sábado, 3 de septiembre de 2011

PROYECTO DE FUNDAMENTACION DE LA DANZA AUTOCTONA - K’AJCHA - Q’AXCHA (CHAXIS)



Juan Machicado Huanca.

INTRODUCCION:

Son muchas las manifestaciones dancísticas que practican los originarios andinos, en la región de Colquencha de la provincia Aroma de habla aymara, donde perviven elementos de desarrollo de nuestras culturas, fiel a los usos y costumbres  del lugar.; merecen un trabajo de salvaguarda, como políticas culturales de la sociedad civil, para que las generaciones venideras conserven y revitalicen el legado ancestral y tradicional como cultura viva.

La distorsión, deterioro, enajenación y la apropiación por otros países, hasta el momento ha sido evitada por los cultores autóctonos de la música y de las danzas en las mismas regiones de origen, respetando el traje, mudanza de pasos y música con el ritmo de la época.

FUNDAMENTACION:

El departamento de La Paz, diverso y multicultural, es un escenario con un patrimonio cultural festivo que se manifiesta en música y danzas que van recreando durante todo el año con gran apego al calendario agrícola. Las danzas de la época de las lluvias (jallu pacha) tienen características propias en cada región donde se las practica.

Son danzas que se desarrollan en las comunidades que están relacionadas a la actividad agrícola como la siembra, la pequeña y la gran maduración, el festejo a las plantas en flor y la cosecha, propiciando el júbilo de sus habitantes y la celebración correspondiente.

La danza Q’axcha kamanas (K’ajcha) (chaxi), es una manifestación de los originarios de Colquencha y alrededores. De acuerdo al  testimonio de los mayores, se empezaba a tocar chaxi desde el 24 de Diciembre (navidad) “en la época aymara, preinka se celebraba la fiesta de Illas e Ispallas, donde los originarios elaboraban figuras de animales en miniatura como ser vacas, ovejas, llamas, etc., que eran ch’alladas y luego se les brindaba qachwawi; posteriormente estos amuletos eran entregados a las personas llamadas Q’axcha Kamanas (guardianes de las Illas).

El 31 de Diciembre o Año Nuevo bailan Q’axcha al ritmo del qhachwawi y continuan en la fiesta de los Reyes, en honor a los tres Reyes Magos. Tres noches seguidas, donde elegían a cuatro personas jóvenes para ser los guías.

En las mismas fechas las mujeres solteras tenían la costumbre de elaborar  pequeños pajarillos de lejía o llujt’a, éstas illas se las intercambiaban (chhalaqaña) a las Tawaqus (cholitas) por los jóvenes con un puñado ( Q’api) de confites en cada qhachwawi. (Estas fechas que son del calendario litúrgico-católico, son producto de la imposición con que los doctrineros trataron de sobreponer a celebraciones importantes de los autóctonos).
El  día domingo llamado de carnaval se baila como inicio al AYMAÑA que es la fiesta de las plantas en flor. Bailando toda la comunidad entera reciben a las deidades de la abundancia  Anat Achachila y Anat Awila.

El día lunes llamado (hoy) Jisk’a Anata, se realiza la fiesta en familia, la K’illpha, que es el festejo a los ganados, marcando con zarcillos en la orejas de los animales pequeños que aún no fueron horadados, sean estos auquénidos, ovinos, vacunos, etc.

El día martes llamado Jach’a Anata, día destinado a festejar los sembradíos (yapu) de papa (amca), haba, oca, etc… las familias junto las autoridades llamados Kamanas se trasladan a las cementeras y se procede a agarrar los primeros frutos (jatha qatu), éstos frutos son puestos en la inkuña y son ch’allados con cintas de colores, flores y k’usa y en seguida  se interpreta el ritmo q’axcha con los instrumentos llamados chaxis a la Puquturmama (papa amarga- Luk’i), a Ispañamama (papa dulce- qhini), a Mistimama (cebada), Willcaparmama (quinua) y chímismama (k’añawa).

Los demás días son de regocijo general donde los chaxis con el ritmo propio de la época, alegran e invitan a bailar alrededor de las plazas junto a las autoridades.

El día domingo de tentación se interpreta esta música por última vez, como despedida (Kacharpaya) a esta época de lluvia y al florecimiento de las plantas, para volver con las mismas ceremonias al año siguiente.

INSTRUMENTOS:

Los instrumentos son fabricados por los mismos originarios, de la madera llamada Tacamayo que se produce en la provincia Loayza. Son de distinto tamaño, los grandes se llaman Tayka, los medianos Malay y los más pequeños Ch’ili; (por el testimonio de los interpretes y fabricantes de cada cien instrumentos fabricados, solo dos o tres resultan con la afinación correcta, pues son dos partes que se unen  y para darle ritmo utilizan el Tinya instrumento de percusión de tamaño pequeño que se toca con ambas manos la derecha sujeta al tinya y un mazo.

VESTIMENTA:

Los varones llevan en la cabeza un sombrero bombín de mujer adornado con flores de clavel amarrados con t’isnus (cintas de colores pallados con grecas y figuras propias de su identidad ), que cubre toda la copa del  sombrero, un muru luch’u multicolor, una peluca  de crin semicircular, un ponchillo denominado Qhawa listado, que por tradición son de color negro y blanco con figuras; una chaqueta llamado Phut’i sacu o chaqueta, primorosamente bordado con flores, grecas y figuras caprichosas en las mangas y el contorno de la chaqueta; chhuspas que cuelgan de los hombros, una wak’a en la cintura a la cual están sujetas cantidad de Wallqípus pallados y de hermosos colores ( especie de ch’uspas , que van unidas correlativamente), gran cantidad de bolachas multicolores que llaman Wichi wichi unidos por un cordón unas tras otras (representación del makunku, fruto de la papa, adorno e indumento de todas las danzas de la época de la lluvia); finalmente está el pantalón de color negro con bordados en los costados con figuras multicolores que terminan en el tobillo en sicas blancas y las abarcas (wiskhu)

Las mujeres llevan los sombreros al igual que los hombres, adornados que llaman clavel; una Phant’a de color morado o negro para cubrirse la cabeza; una chaquetilla de color negro llamada Juwanit’a, ornada al igual que las chaquetas de los hombres, cargadas de aguayos con pampas de diferentes colores y pallados  con grecas, símbolos de su señorío y algunos con nombres de sus dueñas; gran cantidad de polleras multicolores donde prevalece el color verde, que cuando dan vueltas parecen flores (en la época de los señoríos aymara era símbolo de jerarquía y riqueza) y en la mano derecha una tarilla en la cual levan coca.

Estos trajes-disfraz son confeccionados por los mismos danzarines y lo más importante es que desde sus orígenes muy poco o casi nada ha cambiado. Los originarios de la localidad de Colquencha aún mantienen de acuerdo a los usos y costumbres y de manera tradicional tanto la música, la vestimenta  y la mudanza de pasos de esta danza ceremonial.

EPOCA:

Esta danza ceremonial se la practica en la época de la lluvia (jallu pacha), desde Diciembre, Enero y Febrero, pero con más intensidad en la celebración o la fiesta de las plantas en flor (AYMAÑA) a la maduración de los frutos (JACH’A PUQUWI aymara y KUSKIJ RAIMI quichua) y para propiciar la lluvia, (hoy llamada por los mestizos urbanos carnavales u anata).

MUDANZA DE PASOS Y CANTO:

Danza abierta de pareja de trote lento, intercalado entre varones y mujeres y de avance en fila india, en ZIG ZAG, con vueltas enteras; mientras que los varones tocan sus instrumentos, las mujeres acompañan con canto referido siempre al amor, a las flores y a la madre tierra.

 SIGNIFICADO  DEL NOMBRE:

Por lo que nos refiere el reconocido folklorista Don Antonio Paredes-Candía en su libro  “Folklore de Potosí” – ediciones Isla de 1980, lo siguiente:

“LAS KHAJCHAS (Costumbre minera). (Mina Pailaviri, Ciudad de Potosí). Khajcha, palabra aymara, cuya traducción es golpear o reventar.Khajchacamuskha, es, había ido a hacer reventar o es el sonido del chocar piedra con piedra. O sea, que se ha dado ésta nombre a cierto tipo de mineros, porque su trabajo consiste en golpear la roca o hacer reventar dinamita.

Khajchas, es el nombre del obrero que labora en minería sin pertenecer o depender de una empresa. Es el minero independiente. El que trabaja por su cuenta. Particularmente. Su trabajo puede ser en sociedad o depender de un patrón que ha contratado ese paraje para su explotación.

Trabaja, por ejemplo, tres en uno, cuya explicación es: del total del mineral explotado tres partes son para el Khajcha y una para el patrón o contratista mayor.
Estos Khajchas o grupos de Khajchas veneran al Tata Khajchitu, independientemente unos de otros. Escogen de Tata Khajchitu, al Señor Crusificado o a algún santo, o una simple cruz, y en algunos casos a la maqueta que representa el edificio de una iglesia; ejemplo, La Matríz o alguna
Otra que hubiera calado hondo en su sentir religioso. Cada Tata Khajcha, pertenece a un paraje o un grupo de Khajchas.

Se lo reverencia el dia jueves de compadres, o sea, diez días antes del carnaval. Se lo arregla sobre andas con tules, profusión de flores y ceras. Se lo casa en procesión y se lo vuelve, desde el campamento minero hasta la Catedral, donde se ha contratado la misa. Mientras tanto, en el cerro, los encargados hacen reventar dinamitas. Es una forma de solemnizare la fiesta del Tata Khajchitu.

En sí qué representa el Tata Khajchitu? Para el minero es el principio contrapuesto al Tío, deidad maléfica de la mina. Es la divinidad buena que el minero escoge libremente para recibir de él su amparo y sus bondades.
Por extensión, también al Tio se llama Tata Khajchitu, aunque nunca se lo saque en procesión.”

KCACCHEO.- Arrebatar, quebrajar a pura fuerza de las manos minerales o piedras.

ORIGEN DE LA DANZA PANDILLERA CH’UTA (QHACHWIRI - WAYÑURI)

Juan Machicado Huanca


El origen de la danza pandillera en Bolivia se remonta a los albores de la república, 1825, con mayor claridad. Se bailaba en familia, en días de campo y apthapis campestres de la zona de  Obrajes (antes Saillamilla) y Miraflores (antes San Isidro de Putu Putu), particularmente en carnavales, llamada también  por los originarios Anata.

El tránsito y la evolución de la danza pueden ser por ejemplo, el entronque o deslinde de similitudes con la Sardana barcelonesa o la Cuadrilla madrileña que establecen grados de parentesco.

ANTECEDENTES.
Estas prácticas urbanas de la época colonial, con el tiempo se amalgamaron con danzas ceremoniales de la época agrícola llamada AYMAÑA ( AYMA ceremonia, danza y fiesta de las plantas en flor), una manifestación agrícola propia de los señoríos aymara del Jach’a Umasuyo (la gran nación del agua) donde esta cultura religiosa preincaica, en efecto, había construido en el lago sagrado Titiqarqa un microcosmos simbólico en torno a deidades femeninas y la cultura del agua, el que posteriormente se expandió e influyó a otras culturas, y donde las danzas como: la Phantilla, Phuna, Huayru, Qhachuiri,Wayñuri, etc., despiertan de su largo letargo y, vuelven los sonidos de los pinquillos, Phunas y tarkas para el comienzo con el tiempo de las lluvias (jallu pacha), danzas propiciatorias de la lluvia y también fiesta del amor y del enamoramiento. Todo empieza el día indicado y a la hora precisas, los agricultores se constituyen en las chacras y sembradíos, horadan y recogen los primeros frutos y granos más desarrollados (jatha catu); donde encuentran llallawas y taras que son signos de buena suerte, que merecen una veneración por considerarlas sagradas, las colocan en la llijlla junto a las lujmas y luego se rocía con Kúsa, con gran algarabía  lanzan cintas de colores a las sementeras (hoy se utiliza serpentina), rito dedicado a la fecundidad, invocando a la Pacha Taica (madre tierra) para que esta favorezca sus cosechas. Terminado este rito, comienza el baile ceremonial de los nativos del altiplano, danza dedicada a festejar los primeros frutos y las floraciones de las plantas. Varones y mujeres jóvenes (yacananaka  tawacunaka) dispuestos en una o dos filas avanzan en zig zag a trote lento y girando sobre si mismos recorren bailando alrededor de los sembradíos con desbordante alegría, y al que se sumaran todos los asistentes.

Posteriormente los danzarines  recorrerán otras sementeras guiados por el Irptiri (el que levanta a los danzarines)  para  practicar la herencia ancestral de la CHAYAWASIÑA acto de echar con flores y confites al grito de ¡Wipha wipha! (alegría, alegría) y con la visitas a los dueños de las casas como signo de reciprocidad y respeto, llevando y entregando illas junto a las flores y confites a las personas  mayores (imirinaqa) y al Jilakata  ( el hermano mayor de la  jatha y de la unidad consanguínea de la comunidad) para que las guarden, preserven y cuiden con celo, con el consabido saludo-ceremonial (Chayaway tio…)
“Originalmente, la danza religiosa era la danza aparejada a un culto o rito religioso. Es mejor darle el nombre de danza sagrada, porque se caracteriza por estar ligada al rito de un modo inseparable; no admite uso aparte o aislado. Puede decirse que, desde que la danza deja de ser un instrumento ritual, un resorte de culto, entra en el patrimonio de las fuerzas creadoras y conservadoras del alma del pueblo. Si todas las antiguas danzas sagradas se han perdido, podemos estar seguros de que el alma inmemorial del pueblo las recuerda en esencia, y nunca deja de bordar, sobre la urdimbre de sus fiestas, ahora solo profanas, más de una figura extricta del abolido simulacro ritual”

Bernardo Canal Feijoo – Los Usos Sociales de la Danza (“La Nación”, B. Aires, 4-V-
1941”)
.
VESTIMENTA.
Siguiendo la tradición los hombres visten saco de color negro con seis ph’allkas o aberturas en la espalda a la altura de la cintura, calzones partidos (ph’allka) a la altura de los tobillos y hacia atrás por donde salen volados de encaje blanco, camisa blanca , cruzado en la espalda con sus respectivos Kollque  Jakontillas,(LLANQ’I) repujados en metal plata de forma rectangular con incrustaciones de piedras y espejos,  y las infaltables ch’uspas que cuelgan de los hombros, un sombrero color café en la cual llevan una rama de plata de la flor de Amqa (papa), en la mano izquierda la vara ceremonial propia de los sinchis, en el otro brazo, una especie de chal grande ceremonial pallado en hermosos colores llamado PUJANTU. Las mujeres llamadas PATAC POLLERAS (mentadas por su indumentaria),   llevan gran cantidad de polleras de vivos colores, una chaquetilla llamada juanilla de color negro ornada con figuras de flores y grecas, en la cabeza chukus y thankas y la infaltable lliqlla sujetadas al hombro por phichís y tupus, Varones como mujeres se toman por medio del  wichi wichi  a sus parejas jóvenes para danzar en corro cuando se detienen, así bailar hasta no poder, embriagándose no solamente de licor sino de satisfacción espiritual al rendirle culto a la naturaleza que era benigna con todos ellos al brindarles suficientes frutos para su existencia.

ANATA.
Actualmente estas prácticas se llevan a cabo en las áreas rurales e inclusive en la urbana, producto de las migraciones, se las conoce con el nombre de ANATA (viene de anataña, jugar en aymara). Al respecto, don Antonio Paredes Candia en su libro “fiestas populares de Bolivia” nos dice: “A algunas fiestas desconocidas en esta parte de América, por tener origen foránea, el nativo le ha dado un nombre o ha encontrado la sustitución de su lenguaje. El aimara, al carnaval le dio el nombre  de Anata, con el que hasta la fecha se conoce en las áreas rurales donde mora este grupo”.


CH’UTA.

Hermosa danza que conlleva gran alegría, movimiento y espectacularidad en su mudanza de pasos, es un producto del mestizaje y una expresión urbana y señorial que se baila desde el Año Nuevo hasta el domingo de tentación, que surgieron durante el decenio de l930 los primeros grupos con nombres aymaras. Después de la revolución de l952 se incorporó con más fuerza la clase popular y su personaje ch’uta o aljeri, alegre y juguetón y divierte al público con su voz de falsete, propio de la “Wiphalita” (figura principal de la danza Ch’je) acompañado de su pareja va desplazándose al compás de una banda de músicos.

Originalmente los llamados CH’UTAS URBANOS bailaban acompañados por una orquesta de PUSI P’IAS (flauta de 4 orificios), guitarra, concertina y mandolina (hoy con instrumentos metálicos); y en el campo con tarka y pinquillo.

De acuerdo con el testimonio del Sr. Emilio Melendres de uno de los orígenes de la danza pandillera, nació en Caquiaviri. (Actualmente se baila en honor a San Antonio Abad, el 17 de Enero)

A finales de la época colonial, los encargados de cuidar a los puercos eran llamados CH’UTAS KUCHI AWATIRINACA, que eran los encargados no sólo del pastoreo, sino que también dormían muy cerca de ellos.

Estos sirvientes vestían de manera muy peculiar, la chaqueta era apretada y ajustada en el cuello y las mangas, la prenda que cubría la parte inferior (calzón) era fuertemente sujetada en la cintura y en los tobillos, la cabeza protegida por un lluch’u con orejeras amarrado en la quijada. ¿Por qué? Los puercos tenían parásitos y la única forma de protegerse era abrigarse bien.

Con el tiempo estos personajes desaparecen, y como recuerdo, en homenaje al porquero sufrido surge la danza CH’UTA, con la música del pinkillo al son del ritmo Qhachwiri.

San Antonio Abad (padre del monacato) está relacionado con los puercos, cuando vivía en la soledad del desierto los animales le llevaban lo necesario para subsistir; por eso es el patrono de los animales; como cuenta la leyenda de que “a un puerco muerto le devuelve los ojos, las patas y la vida y se convierte en animal emblemático del santo”.

Sus cerdos con una esquila (cencerro) tintineante al cuello, gozaban del privilegio de vagar por las calles y comer los desperdicios.

Los corocoreños fundamentan que ellos fueron los primeros que bailaron de Ch’uta con vestimenta casual, una máscara con facciones humanas de alambre milimétrico, sombrero y un aguayo que cruzaba el pecho del hombro izquierdo a la cintura derecha y algunos utilizaban una manta de color que caía del hombro a los costados del pecho  y que posteriormente optaron por el traje del pongo, adornada con ramas y flores  de colores, grecas de caprichosas figuras y ponchos medianos de  colores vistosos tal cual nos testimonian en las fotografías tomadas en la época  de 1920 - 1930 en Yanabarra, con el nombre “CH’UTAS SIEMPRE COROCOREÑOS”, cabe recalcar que las danzas pandilleras son manifestaciones de la época de la lluvia, por tanto no se baila por devoción a ningún santo del calendario eclesiástico. Testimonios de los mayores de la ciudad de Copacabana indican que en  los años cincuenta los corocoreños fueron los que bailaron por primera vez en esa población vestidos con trajes de pongos denominados  ch’utas, por las fotografías expuestas, también participaron en Oruro en el año de 1975.

En la ciudad de La Paz, las cholitas  vendedoras ambulantes que instalaban su puesto no autorizado por el municipio en el callejón (hoy calle Sebastián Segurola) de la  Av. Buenos Aires bailaron por primera vez la danza pandillera ch’uta, allá por los años cincuenta; la población en general  las denominaban popularmente “LAS THUJETERAS”, esta comparsa, cuyas manifestaciones eran bien conocidas por los vecinos, con el pasar de los años dieron origen a otras comparsas.

Otra de las comparsas que tiene larga data es la de “LOS  SIEMPRE  ALJERIS DE LA PAZ”, según datos fue organizado el año 1928, que posteriormente fue reorganizado el 4 de Febrero de 1954, y redundado en 1993  por la Sra. Angélica Paredes y el esposo don Mateo Callisaya Ticona. El ch’uta o aljeri lleva lluch’u con orejeras y por encima un sombrero de jipijapa.

Las zonas de estos acontecimientos fueron y serán siempre: Callampaya, El Tejar y 14 de Septiembre de la ciudad de La Paz, desde donde se difundieron a las provincias, departamentos y a repúblicas vecinas donde los imitan.
.
Las bandas que acompañaban a las comparsas entre otras fueron  los de: Emilio Saavedra, Primo Aranda, Abdón Lequipe, etc. Cómo olvidar a la banda más antigua del departamento de La Paz “Central Rosario de Ch’isi” (la población de Ch’si  se encuentra en la provincia Manco Cápac) cuya fundación data de 1900, de la familia. Ramos y Calderón, que en  los años sesenta competían en la zona El Tejar con las mejores bandas de la época. (La banda y las familias siguen en vigencia)

TRAJE ACTUAL DEL CH’UTA.

Los trajes actuales fueron adoptados desde la época colonial y republicana; traje del PONGO (del aimara punku- puerta, por extensión cuidadores de puertas). El bailarín utiliza una chaquetilla corta adornada con trencillas de color, el pantalón abombado en su parte superior (colán), termina pegado a la canilla, de los hombros cuelgan ch’uspas, la camisa generalmente blanca de bayeta va acompañado de una corbata de colores chillones. La careta de alambre milimétrico sigue los rasgos del rostro, va pintado, con bigotes gruesos sobrepuestos y barba cuadrada café (faz de los GACHUPINES en lengua Nahuatl, españoles radicados en América). Las mujeres chaquetillas o jubón, y polleras lujosas (del renacimiento europeo bordado en oro y plata), sombrero de “Borsalino” idéntico al hongo Inglés que se sostiene milagrosamente.

PEPINO

La careta con una sonrisa grande y los cascabeles, le impiden estar triste. Se hace el enojado y con el chorizo y la matasuegra hace la delicia de niños y viejos que reciben sus latigazos. Este personaje trascendió cualquier límite y durante los carnavales de las décadas de l920 a l970 decenas de comparsas conformadas de miles de pepinos le imprimían un sello propio a la farándula con bromas y acosos.
Los niños le gritaban al bailarín “¡pepino, chorizo, sin calzón!” y este les contestaba diciendo “¡chauchita, chauchita”! y lanzaba al aire centavos junto a los confites y todo aquel que se agachaba para recoger las monedas o los confites recibía palizas con el chorizo (trapo embutido de arena).

ORIGEN

“Su más remoto antecesor es el Pierrot de Croce, frances y Pedrolinno italiano, con  el que guarda semejanza en el amor desventurado de aquél a Columbina (su pareja infiel). Otros estudiosos consideran al pepino descendiente del bufón que llevaba un bonete de tres cuernos y que aparecía en la comedia española del siglo XVIII.
También señalan que la ropa bicolor del pepino halló inspiración en el atuendo del clown, con pantalones y mangas anchas, cuello encarrujado y botones grandes en la delantera, cascabeles en los puños y en los tobillos, una máscara de tela similar al rostro del payaso del circo. El pepino nace en La Paz no se sabe cuando y será siempre el alma del carnaval paceño.



Juan Machicado H.  Enero – 2011



-          CH’UTAÑA.- Proceso en el tostado de la haba, donde el producto se remoja en agua tibia y una vez escurrido es envuelto en llijllas para que traspire. Por extensión, se denomina a otra práctica milenaria que se hacía en las orillas del lago sagrado a los jóvenes de los de los señoríos  Puqina, Chiripa y Aymara, por parte de los Amaut’as quienes tomando una aquilla echaban agua sagrada en la nuca  a los iniciados en el culto de la Madre Luna, en el primer novilunio del mes de Septiembre, denominada  Ch’utatanaka ( Los Remojados.)
-         
-          CH’UTA.-  Para algunos investigadores esta expresión vendría de “Ch’uquta” cosido, porque ya en la época republicana los volapiés abiertos, fueron cosidos, para no vestir igual que los pongos.
-           
-          AYMA.-Puquina, ritmo ceremonial y sagrado.
-         
-          AYMAÑA.- Del  Puquina  Fiesta de las plantas en flor.
-         
-          JATHA QATU.- Recojo de los primeros frutos y granos más desarrollados y de las LLallawas sagradas.
-         
-          PAGLIASO.- Hombre de paja en italiano, al que quemaban al finalizar los carnavales y del que deriva payaso.
-         
-          PHANTILLA.- Se baila actualmente en época de lluvia y llega a su apogeo en la época del jatha qatu en Puerto Acosta, antes Huaycho, / Prenda de vestir femenina que usan las mujeres, de tela blanca cortada al sesgo, con que se cubren las mujeres desde la cintura hasta los pies.
-         
-          PHUNA.- Se baila en Copacabana provincia Manco Kápac en la ceremonia del jath’a qatu y Aymaña (hoy llamado comúnmente Anata) y en 2 de Febrero fiesta de la Candelaria.
-          .
-          COPACABANA.- Qopa Qawaña,(donde los Qopa, casta sacerdotal de los aymara que criaban al sagrado Titi “gato andino” y vigilaban la reproducción (miraña) de los peces) Lugar sagrado   de varias culturas que se sucedieron. //Primer santuario del Virreinato de Lima.
-         
-          WAYRU.- Danza practicada en Tambocusi (cabecera de valle), Prov. Larecaja. Tiene por figuras animales totémicos. (llamada también Wayru o Thantha Qapuna)
-         
-          QHACHWIRI.- Danza y ritmo del Jatha Catu de los Waychu, //Danza de vigilia de  la época helada y proceso del chuño, // Danza nocturna del enamoramiento donde los jóvenes practicaban el Thinku, muchas veces con resultados sangrientos.

-          HUAYÑURI.- Versión  diurna del Qhachuiri, donde las mujeres mayores de las parcialidades recomiendan (iuja) a las jóvenes casaderas, para que reflexionen antes de tomar la decisión de juntarse (chiqthapiña) // Ritmos primigenios que dieron origen a gran variedad de ritmos y danzas.

-          PATAQ POLLERA.- Cien polleras.// personaje principal de las danzas: Qhachwiri, Wayñuri, Phantilla, Phuna, y Wayru.

-          JUANILLA.- Chaqueta o chaquetilla negra que usan las mujeres en las danzas autóctonas, pallados con símbolos de sus señoríos,  adornos de flores y ribeteados con grecas en el contorno // sawunalla.

-          TH’UJETERAS.- Vendedoras ambulantes de frutas, que cada vez que aparecian los gendarmes recogían sus productos en sus llijllas, y cuando estos se alejaban de nuevo se instalaban para seguir vendiendo en las callejuelas en la hoy Av. Buenos Aires.

-          PONGO.- En la época colonial y republicana. cuidador a tiempo completo de los portones. del aymara  punku, puerta

-          AMQA.- Nombre primigenia de la papa.

-          GACHUPIN (Nahuátl).- Español radicado en América.

EL RITO-CEREMONIA “AIMAÑA” Y LAS DANZAS WAYÑURI, PH’UNA, Q’AXCHA KAMANIS, PHANTILLA Y CHAKALLADA.


Juan Machicado H.

El antiguo Jach’a Umasuyu (La Gran Nación del Agua), es la región de las antiguas teogonías y donde se originaron muchas de las manifestaciones culturales como son las danzas, danzas que aún practican los originarios ubicados en lugares alejados de los centros poblados, como en la época de los señoríos aymara.

Cuando estas danzas se presentan en festivales o concursos autóctonos, se las consideran como simples prácticas de distracción sin trascendencia y relegadas al folklore turístico.

Todas aquellas expresiones atesoradas por los legítimos descendientes, son prácticas sagradas, como el rito-ceremonia “AIMAÑA”.

Cuando en el campo las plantas están en plena floración, las familias se trasladan a sus sementeras para cumplir con el rito-ceremonia Aymaña, en el lugar la encargada que  por tradición es la mujer, madre la que ordena y prepara, primero pide permiso a la Pachatayka, a los dioses tutelares y a los invitados para proceder a la JATHA QATU (agarre de primeros frutos), entra en la chacra, observa con mucho cuidado e identifica la planta de la papa (AMQA) que ya tiene los frutos desarrollados, la toma con la mano derecha y con otra hunde la  lijuana en el costado del surco y lo jala, lo sacude y desprende los frutos y va depositando en la inkuña junto a otros productos rodeada por lucmas amarillentas (codiciadas por los  llokallas )y se procede  a echar con flores, las hojas de coca, el untu  y envolver con lanas de colores y ch’allar con k’usa, deseando una abundante producción,(las llallawa y las tara, que solo aparecen cuando hay mucha suerte, tienen un lugar privilegiado en la inkuña, por que son consideradas sagradas y que serán guardadas posteriormente ad usum en una caja  junto a otros amuletos).

Pasada esta ceremonia todos los concurrentes arrojan a las chakras en plena floración cintas de colores agradeciendo a la pachatayka (por eso en la actualidad en algunas regiones la denominan “fiesta de las cintas”) así van trasladándose de chacra en chacra hasta terminar con todas ellas. Luego los presentes dirigen las miradas a los  cerros, donde moran los dioses tutelares Awki-Achachilas, para pedir que no bajen de sus moradas hasta que los frutos estén maduros, (si esto sucede, ya no pedirán, sino que recibirán improperios y muestras obscenas cuando pasen)

Toda esta parafernalia es para asegurar una buena cosecha y pedir a los fenómenos naturales no destruya los sembradíos antes del tiempo previsto
.
En seguida  los acompañantes músicos empiezan a tocar la phuna-pinkillu y la danza empieza encabezados por personas mayores  mujer y varón, seguida por los asistentes en fila india alrededor de los sembradíos.

Mas tarde  la comunidad (jatha) se juntaran en el lugar indicado para compartir la música, danza y las bebidas espirituosas y los buenos deseos.

Esteban Goyzueta M. en su libro “Origen y reseña histórica de Carabuco” nos dice una versión de la época de la colonia
.
“En esta fecha los agricultores sin excepción, se constituyen en las chacras y sembradíos de su propiedad, cuyos frutos se hallan agras. En medio de la chacra queman un poco de incienso, después de algunas rogativas a la Pachamama para la buena cosecha que les depare, plantan una pequeña cruz de ramos adornado de flores. Después de este acto recogen los primeros granos y otros productos más desarrollados en pequeña cantidad en un aguayo o hijilla que llevan a propósito. En el interior del suelo, contiguo a las raíces de la planta cuyos frutos han sido arrancados, dejan supercherías preparadas para el efecto; rocían un poco de vino y se trasladan a la chacra próxima suya, hasta dar por concluida con todas ellas. Así procede cada habitante con los sembradíos que posee.
Una vez en casa, a los pies de la imagen de la Candelaria, depositan estas muestras de la cosecha próxima, a fin de que en el proceso de su madurez bendiga con su omnipotencia.”

La celebración del “AIMAÑA fue sobrepuesta por otra celebración pagana llamada carnavales en la época de la colonia, donde se manifiesta con más intensidad en el altiplano y cabeceras de valle
.
GLOSARIO:

Aymaña.- Bailar en la chacra, celebrando las plantas en flor.
Auki-Achachilas.-Deidad inferior al Apu, que habitan en los cerros
Candelaria.- Patrona de los caballeros Templarios y de las Islas Canarias.


WAYÑURI.- K’alan kachi Puerto Acosta Prov. Camacho, Danza ceremonial diurna que ejecutan los waycheños, en la época de la lluvia, danza que tributa a las plantas en flor “Aimaña”, tiempo de festejo de la nueva producción “jatha qatu” , la reproducción del ganado en general y la  ch’alla los cerros tutelares (Tumar umani y Kalan qachi) y las casas.

Los descendientes se reúnen en el  sitio indicado y se visten con sus mejores galas con los colores  que identifican su parcialidad, respetando la tradición de sus ancestros.
Danza mixta de trote lento, cuan los músicos empiezan a tocar, varones y mujeres se levantan y se colocan  en fila uno tras otro y  avanzan sin levantar mucho los pies en zig-zag cruzando con sus parejas, los guías dirigen  la ruta, a cada sonido del pito (sululu) todos levantan el brazo derecho que sujeta la vara,  la tropa da una vuelta entera por la izquierda y a otro pitazo la vuelta por la derecha.
El tiempo de duración de la danza es de 15 a 20 minutos, pues las mujeres se cansan pronto, por la cantidad de polleras que llevan, para terminar la danza los músicos apresuran el ritmo y los danzarines intercalado por hombres y mujeres agarrados de la vara y bailan en corro a paso acelerado.

VESTIMENTA.- Las mujeres visten una chaquetilla de color negro, ajustada en la cintura y las mangas ( Juana – Juanilla) con adornos en los bordes, en las mangas, hombros y la parte delantera con símbolos que representan al tiempo de floración y de la lluvia que consiste ramas floridas y grecas  caprichosas, llevan polleras multicolores en gran cantidad , son las famosísimas patac polleras (cien polleras) además cargan aguayo con pampas de diferentes colores, que son sujetadas con un TUPU labrada en plata, y una incuña en la mano derecha.

Los varones visten un traje de color negro, la chaqueta con una característica en la espalda, a media cintura tiene pliegues en número de 3,4 o 6, de la misma forma el pantalón tiene en la parte de atrás a la altura de la pantorrilla una abertura en forma de v invertida por donde salen volados de encaje blanco;  como adorno llevan una especie de banda fundida en plata, en forma rectangular unidos por abrazaderas, en cada uno de ellos flores repujados de 5 y 7 pétalos (Kollque jakonta o jakontilla), llevan en la mano derecha una vara elaborada en plata y adornada con el símbolo, y  una rama de plata colocado al costado del sombrero.

CHAYAWAY.- Una vez iniciada la danza del Wayñuri, se da comienzo a visitar las casas, empezando por la de la autoridad principal por tradición y de acuerdo a los usos y costumbres. Los habitantes de Calan Cachi, los dueños de casa y las autoridades originarias (participan solo hombres) se colocan al frente de la vivienda y empieza el saludo de los danzarines principiando por los guías tanto hombres como mujeres, al saludar dicen “CHAYAWAY TIO” seguidamente colocan confites en los sombreros de los anfitriones, luego se despiden con un apretón de manos. 

Pasado el saludo y el Chayaway las autoridades originarias y dueños de casa, colocan 3 Istallas con coca y jarros de acuerdo a la cantidad de guías de la tropa.

La autoridad principal invita a los guías, estos después de unas palabras a los APUS TUTELARES, toman unas cuantas hojas de coca y las ponen en jarros y así sucesivamente todos los danzarines (solo varones), una vez terminado este acto, nuevamente son llamados los guías, esta vez para verter unas gotas de alcohol estos jarros llenos de coca, luego las autoridades llaman a los guías a quienes entregan dos jarros a cada uno, pero el no debe llevar solo, debe ir en compañía de otro, así que invita a otro compañero de baile, para que lo acompañe, y así ambos se dirigen a la vivienda y proceden a la ch´alla, invocan a los dioses andinos y arrojan el contenido en lo alto del techo y vuelven apresuradamente y dicen: “ wali pachaquipan” ( que sea buena hora), los presentes aprueban de la misma manera.
Los anfitriones invitan en los mismos jarros un poco de licor, a estos mensajeros de los buenos augurios, que ellos beben agradecidos.

Los músicos tocan, los guías se ponen al frente y empieza una vez más la danza propiciatoria, para la buena suerte en el hogar y también para la buena producción.

GLOSARIO:

Wayñuri.- Versión diurna del Qhachhwiri,, tiempo en que las abuelas, las madres y las tias aconsejan  a las jóvenes casaderas, para que desistan  de buscar parejas ( ewja).
Qhachhwiri.- Danza juvenil nocturna practicada por ambos sexos en la época de mayor conflicto, la fiesta del Kuyali (cruz del sur).

.
PHUNA.- Copacabana Prov. Manco Cápac, en este centro poblado se conoce como Phuna a esta danza ceremonia –rito del Aimaña  y del Jatha qatu, que desde tiempos inmemoriales, dos parcialidades: Cundiza y Garita son rivales durante el tiempo que dura la fiesta.

El lugar de concentración de los gariteños es la zona LLallawa y para la parcialidad Cundiceña, la cancha, allí acuden tocadores, pasantes, vecinos y pueblo en general, durante la estancia intercambian saludos, bebidas y viandas, los jóvenes y señoritas eligen a sus parejas, con la consabida pregunta de los varones ¿subimos?, si la respuesta es un sí, él lo envuelve con serpentina, ella hace lo mismo en reciprocidad y compromiso sellado.

Cuando los últimos rayos del sol aún iluminan, es señal de partir con rumbo al pueblo, ya en la esquina de los de cundiza, los actores se hallan motivados y prestos para hacer una buena demostración en la danza y coraje por si existe un encuentro (Thinku), los tocadores soplan a todo pulmón la phuna y todos cantan  la canción que identifica a la parcialidad:”Cundiza imilla, Jamph’at awati, Khaukas jamph’atuj wawachi”, intercalados  mujeres y varones avanzan a trote en zig zag y  cruces largos con la pareja que se alejan hasta tres metros y retornan con fuerza para pasar al otro lado, saltando y dando vueltas sobre sí mismos hasta llegar al sitio tradicional.

El centro de la plaza está lleno de espectadores, y cada parcialidad defiende su territorio con gritos de “viva,  abajo o muera, tal o cual” y cuando los ánimos están caldeados, los encuentros pueden terminar en batallas campales
.
VESTIMENTA.- Los varones usan lluch’u, camisa blanca, pantalón negro sujetado con Chúmpi y cruzado con  dos ch’uspas con bolachas multicolores (wichi wichi) y un awayu de color  amarrado del hombro a la cintura.

Las mujeres llevan un sombrero (Thank’a), blusa de color negro (juanilla), rebozo de colores sujetado por phich’is elaborados en oro o plata,  pollera de color y centros albos.

GLOSARIO:

Phuna.- Instrumento aerofónico de 40 cm. Hecho de cañahueca (pincollo).
Aimaña.- Bailar en la chacra celebrando las plantas en flor.
Copacabana.- Centro ceremonial-ritual y meca de los Pukina, Chiripa, Aymara.


PHANTILLA.- Peninsula de Ch’allapata, Escoma Prov. Camacho. Danza ceremonial de parejas de la época de la lluvia (jallu pacha), que rememora la culminación de la siembra y la cosecha de la papa (amqa).
Danza.-Varones y mujeres avanzan con pasos cortos y bien acompasados, a cada pitazo del Irpa (guía)  los danzarines dan una vuelta entera, las mujeres impresionan con los movimientos de la cintura y  levantan apenas los pies del suelo para avanzar junto a sus parejas con quienes en ningún momento se toman de las manos.

VESTIMENTA.- Los varones llevan un traje de color negro, la chaqueta con un detalle en la espalda que tiene cuatro o seis pliegues lo mismo los volapiés del pantalón que tiene abertura (Ph’allka) una V invertida por donde salen volados de encaje blanco.

A un costado del sombrero una rama de plata (phankarat ali), de los hombros a la cintura cruzados el LLank’i sagrado de plata, en el brazo el pujantu (símbolo de los Waychu).

Las mujeres de igual manera llevan en el sombrero la rama de plata, chaquetilla de colores ornada con figuras de flores y ribeteada con flecaduras y una lliclla doblada y amarrada del hombro a la cintura.

Lo más sobresaliente de la vestimenta  de las mujeres es la gran cantidad de polleras de colores sobrepuestas una encima de otras, son las Patak polleras. (Figura principal de las danzas Wayñuri, Qhachhwiri, Phantilla, Phuna.)

GLOSARIO:

Phantilla.- Prenda de vestir femenina que usan las mujeres, de tela blanca, cortada al sesgo con que se cubren las mujeres desde la cintura hasta los pies.
Patak polleras.- cien polleras.

LA GRAN DANZA LA DANZA MAYOR DE LOS ANDES LA MORENADA PATRIMONIO HISTÓRICO, CULTURAL E INTANGIBLE DE LA PAZ

Por: Juan Machicado Huanca

                                                                                                  
“Al son de la música sagrada de la época mítica aparecen los ancestros, bailando en el alba de la creación, la danza del …………….”,coronados con Chukus y rodeado de multicolores Asankus, emblema de los Sinchi y Kupa.

De no danzar no conseguirá hacer de él un Kupa o Machula aymara, es un complemento, pues aymara se nace y no se hace, pues  las danzas sagradas son ritos iniciáticos que aparecen en todas las culturas y que apuntan al mismo objetivo, que es la búsqueda de la verdad y preservarlas para la futura generación sin distorsión.

L Gran danza, la  más practicada y expandida por los inmigrantes de la zona sagrada lacustre del antiguo Jach’a Umasuyu, lugar elegido por los…………y que no es la imagen actual que los devotos besan y tocan en el espacio y el tiempo precisos, por la posición de las estrellas, cuando eran propicias en aquel momento; allí y entonces iniciaban la danza los Kupa y hacía que todos le siguieran. Poco a poco golpeando el suelo con los pies, la fuerza de la tierra subía, los movimientos rítmicos de todo el cuerpo ponían a la persona en la vibración deseada, el cuerpo se limpiaba, se armonizaba y se cargaba, QUIEN LO HA PROBADO, LO SABE. Esta danza,  hoy difundida en la ciudad, en las provincias del Dpto. de La Paz, en el interior de la república y en el exterior, como simple distracción y relegada al terreno del folklore turístico.

Es en las fiestas patronales donde el Gran Danzante, llamado hoy ”EL MORENO”, tiene gran popularidad (lo de popular se refiere únicamente al hecho de “supervivencia”), pues esta danza fue la primera de las artes, un arte CURATIVO, NO DECORATIVO, ya que quien lo hace por primera vez no dejará de danzar; como decía mi señor padre Germán Machicado Tola, “Cuando uno escucha la música, los pies se mueven automáticamente”, por eso entre los espectadores era frecuente escuchar: “MARAN, MARAN,  THUCT’Ä”, ( al año, al  año bailaré), más que por el influjo de las bebidas, era por el dolor y la rabia contenidas en el alma por centurias, pronto respondían los danzarines: “kUNA MARANA KAUQUI MARANA, SICHPACHA c...”, ( qué año, cuál año, ahora mismo c...),  al tiempo que derramaban lágrimas al son del ritmo ceremonial, irresistible y contagioso.

Entre los investigadores del pasado y los actuales sigue en discusión los orígenes de esta gran danza ; los primeros con origen negroide,  como afirma el Sr. Coco Manto, por la presencia de los esclavos negros que trabajaban en las minas. Al respecto la Arq. Teresa Gisbert, en su libro “El paraíso de los pájaros parlantes” dice: “Es una suposición  errónea, pues los negros no trabajaban en socavones, por no poder resistirlo”.
En relación a los pisadores de uva, el vino y el pisco se producían y traían en grandes cantidades para los dipsómanos de la época de la colonia desde Moquegua, Huancavelica, Ilo y Tacna del Bajo Perú, no era posible traer uvas al altiplano, para luego ser pisadas por los negros, sino al contrario, era mejor traer el vino ya producido; todo esto por la distancia, porque maduraban mejor en los barrilitos a lomo de bestias.

Los nuevos investigadores tratan de explicar el origen en la estructura social y política de los pueblos aymara, (las denominaciones corresponden a la estructura religiosa y esotérica de los pueblos Andinos), pero aún son superficiales y no profundizan mucho, esto porque no cuentan con la transmisión oral  primigenia de los conocimientos, (tradición) (1) de los mayores originarios  (Chayas), lo cual no les permite escrutar mucho más allá.
El  desconocimiento de la lengua aymara es otro factor, pues se considera una barrera lingüística por parte de los investigadores citadinos, para descifrar los mitos y tradiciones, que son legados intemporales, reservado sólo a los iniciados y oculto a los ojos profanos de mestizos y renegados.

La denominación de “moreno” es posterior, por la presencia e inclusión de los hombres de color que eran invitados a bailar como figuras y cuando no había, pintaban a uno con betún para que bailara como figurante negro delante de la tropa tocando una matraca (2) y de esta manera ridiculizar a los negros, también esta danza participaba en la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria (la virgen morena) que fue entronizada en Copacabana el 2 de Febrero de 1583.

La careta de negro, según investigadores, fue introducida en Oruro por Pánfilo Flores en 1885, lo que acentuó más  la distancia de sus orígenes.
En la época Republicana la GRAN DANZA mayor de los andes, llamada vulgarmente la Morenada, era conocida como la danza de los indios. Los mestizos,  para no practicar la misma danza, plagiaron, improvisaron y recrearon EL MISTI SICURI, llamada también Phusa Moreno, hoy los vemos danzar en las fraternidades a estos personajes que eran figuras solamente dentro la tropa, y la presentan como si fuesen antecesores de la Gran Danza.

“El mestizo renegado aparentando identificarse con lo suyo, y que distorsiona (como una especie de rebeldía impotente) que debía mostrar en su mas genuina expresión” (J.C. Peña Duran – Gaceta del Sur- Potosí, 29 de Agosto de 1998)

“Las danzas indígenas cuando llegan a ser adoptadas por los mestizos y cholos son transformados por completo en su indumento y aun en su música”. (El arte folklórico de Bolivia, autor: Rigoberto Paredes).

Cuando los misioneros del siglo XVI., encargados de la extirpación de las Idolatrías, la destrucción de Santuarios e ídolos, y el apresamiento de los Kupa y Mach’ula, inician una catequización que pretende transmitir al mundo andino los dogmas de la iglesia y la estructura teológica ostentada por el catolicismo.

Se procede a la superposición del Dios cristiano, de la Virgen Maria y de los Santos, sobre las antiguas y vigentes divinidades de la cosmovisión andina y amazónicas, Wak’as, veneradas por los habitantes originarios  por centurias.

El Centro ceremonial sagrado, origen y morada de la deidad acuática y, Meca de los Puquina ,Chiripa y Aymara (  lugar donde los invasores inkas  respetaron nuestra lengua y lugares  energéticos y de culto, (Wak’as), por que fue su origen, y migraron con títulos de Sinchi y Quya; y los invasores Íberos entronizaron a la imagen negra de la Candelaria, patrona de los Caballeros Templarios y patrona de las Islas Canarias, y nombrándolo como el primer santuario del Virreinato de Lima), es el más afectado con la predica de los doctrineros, ¿qué hacer?

 El hombre disfrazado de su Deidad suprema terrenal y así convertido en máscara ritual, alcanza un poder superior al que se otorga a los Chamanes, los jefes religiosos, o los líderes (Sinchi); el disfraz-traje sólo queda terminado y es digno de reconocimiento cuando cubre a la persona elegida e iniciada; oculto tras el disfraz también el hombre deja de ser él mismo, la dualidad hombre-objeto, divino-humano, pasado-presente, vivo-muerto, se convierten entonces en algo inseparable y la máscara, investida de sus mágicos poderes, puede por fin presentarse ante la comunidad, los creyentes originarios reconocen de inmediato la representación y su fuerza; los doctrineros lo sabían, pero prefirieron callar .

Los descendientes de los Kupa de los señoríos aymara, del centro ceremonial-ritual sagrado, no tenemos por qué reconocer a ningún otro lugar como el origen de la Gran Danza y del bordado actual (que llegó con la conquista española) (3). Los lugares donde actualmente se danzan como moreno son producto de la difusión alterada en tiempos de la colonia y republicana, donde cambió de nombre y vestimenta. “EL INDIO NO PUEDE GRITAR QUE ES OBJETO DE IMITACIÓN PÉSIMA, MEDIANTE EL MAGÍN QUE SE TIENE DE AQUELLO QUE NUNCA SE HA VISTO O SE CONOCE APENAS POR REFERENCIA VERBAL” , “ SE ATENTA CONTRA NUESTRA CULTURA, SE PROTEGE POCO EL LEGADO DE NUESTROS MAYORES Y SE RENIEGA DE NUESTROS ARQUETIPOS RACIALES”(J.C. Peña Durán – Gaceta del Sur – Potosí, 29 de Agosto de 1998).

 La Gran Danza, de ascendencia ceremonial – ritual, no es folklórica. “La concepción del folklore” descansa sobre una idea radicalmente falsa; la idea de que son “creencias populares”, producto espontáneo de la masa popular”(4)

El término folklore adquiere un significado próximo al de “pagano”, que es sinónimo de hombre sin religión; pagano en su acepción coloquial designa al imbecil, a aquel que no se entera de nada, al afectado de idiocia, al estulto.


La declaratoria de Patrimonio Histórico, Cultural e Intangible del Dpto. de La Paz  a la GRAN  DANZA , LA DANZA MAYOR DE LOS ANDES, investigada de manera general y presentada a la LA PREFECTURA DEL DEPARTAMENTO DE LA PAZ, es para todos aquellos hombres y mujeres, herederos de la raza cobriza, que practican esta GRAN  DANZA, agrupados en diferentes Fraternidades en el Dpto. de La Paz y expandida  en todo el orbe.

¡JALLALLA JACH´A UMASUYU (LA GRAN NACION DEL AGUA!)………!WIPH´A 
WIPH´A!

1.- La tradición significa: EL PATRIMONIO ESPIRITUAL, SAGRADO Y SAPIENSAL DE LA HUMANIDAD. Es el depósito intemporal de una serie de verdades, normas y valores con carácter trascendente y validez universal. Tradición viene a ser, por lo tanto, sinónimo de SABIDURIA UNIVERSAL, LEGADO SACRO DE LOS ORÍGENES, FILOSOFÍA PERENNE O LENGUAJE ECUMÉNICO
.
2.- MATRACA.- del Arabe Mitraca, martillo, rueda de tallos con Badajoz de madera entre las paletas, que se usa en la Semana Santa, en algunas iglesias, en lugar de campanas.

3.-OPUS ANGLICANUM o “trabajo inglés”, tipo de bordado eclesiástico universalmente conocido y apreciado en la Edad Media, las artes de la aguja han florecido en la Gran Bretaña. Registra la historia el hecho de que, en 1246, sorprendido el papa Inocencio IV (1243-1254) por el esplendor de las vestiduras, bordadas en oro que llevaban los eclesiásticos ingleses. El Opus Anglicanum (bordado eclesiástico), se ejecutó en monasterios, a veces por hombres, en punto cadeneta, con sedas de colores - frecuentemente con relieves de hilos de oro y plata, junto a las figuras y símbolos religiosos.
El periodo Estuardo fue también de esplendor para los bordados, acrecentándose el empleo de los motivos florales. Hubo entonces dos novedades: El “stump work” trabajo de relieve y los “ samplers” dechados. El primero es un alto relieve, por lo general de carácter bíblico: el bordado se rellenaba y almohadillaba para causar el efecto de una escultura textil; los  “samplers” o ejemplos de destreza con la aguja, eran por lo general de muchachas jóvenes. Perduraron éstos del siglo XVII al XIX, y se han conservado magníficas vestiduras, de indudable origen inglés; se conservan hoy como tesoros en Francia, Italia y España.
.

4.- Pueblo, concepto moderno  del adjetivo bíblico “pobre”, en la Edad Media  tal denominativo se aplicaba al populacho y a la plebe.